Como una declaración de intenciones
Estoy dosificándome en una abstracción milagrosa. A veces me creo abnegada y tu sueles creerte salvado de esa perpetua majestuosidad que impera constantemente entre nosotros. Como el juego al que nadie nos invitó jamás, pero al que fuimos encadenados con los dados y el azar. Caminas hacia adelante y yo quedo atrapada de pies y manos el resto de la eternidad.
Hablando a propósito de las mil agujas transparentes que dejaste sembradas.
Hablando de los momentos sinuosos en los que perdimos la razón.
Hablando de los besos en la oscuridad y las noches sin dormir.
Hablando sobre una maleta llena de despropósitos. Del aniquilamiento mutuo y de cómo trataste de cobijarte en los albores de mi ser, entre amor y desenfreno. Junto al destino encontraste un círculo cruel que no te dejó respirar, ni sentir, ni padecer y ahora caes como el Ave Fénix cada noche a mis pies, eternamente, sin vuelta atrás. Comprometido y lleno de orgullo, con un puñado de migajas y restos de mi corazón, que resbalan entre tus dedos. Caen. Y se van.
Hablando a propósito de ti. Y de mi.
4 comentarios:
Hasta que deje de importarte, y ahí dejarás que hablar de todo eso.
Darás lugar a otras crueldades.
"Que cada cosa cruel sea tú que vuelves" (Julio Cortázar).
El amor es el principio de todo, la razón de todo, el fin de todo.
el amor después del amor se parece a aquel rayo que vi... fito paéz, saludos y mi voto de siempre!
:)
arcángel: ya no me importa.
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